Salud Mental en la Vida Universitaria

Un Compromiso Vital para el Futuro

En la vida universitaria no todo es aulas, trabajos o exámenes. También es un periodo de autoconocimiento, desafíos emocionales y decisiones que pueden marcar el futuro. En Costa Rica, cientos de jóvenes comparten el sueño de superarse profesionalmente, pero en ese camino, la salud mental se convierte en un factor determinante para lograrlo o, por el contrario, detener el avance.

En el siguiente contenido te compartimos una mirada integral sobre el bienestar emocional en la universidad, sus desafíos particulares y estrategias efectivas para manejar la ansiedad, el estrés y equilibrar estudio, trabajo y vida personal.

El contexto actual en Costa Rica

La salud mental de los jóvenes costarricenses se ha vuelto un tema de atención nacional. Según la Tercera Encuesta Nacional de Juventudes, publicada por el Consejo de la Persona Joven, más del 40% de las personas jóvenes reportan haber sentido ansiedad, tristeza profunda o irritabilidad constante en el último año.

Muchos de estos síntomas aparecen justo en el periodo universitario, donde confluyen múltiples factores: nuevas responsabilidades, decisiones de vida, cambios en la dinámica familiar y la presión por cumplir metas personales y sociales.

Aunque cada historia es distinta, varios factores comunes impactan la salud mental de los estudiantes en Costa Rica:

Inseguridad económica

La mayoría de los estudiantes universitarios trabajan tiempo completo. Esa realidad, sumada al costo de la educación y los compromisos familiares, puede generar ansiedad constante, dificultad para concentrarse y una sensación de agotamiento emocional.

Conflictos o tensiones familiares

Muchos jóvenes universitarios conviven con sus familias, y aunque esto puede ser un respaldo importante, también puede representar una fuente de presión o conflicto. Las expectativas familiares, las diferencias de pensamiento o los problemas del entorno impactan la estabilidad emocional del estudiante.

Soledad y falta de redes de apoyo

A pesar del auge de las redes sociales, sentirse solo es una experiencia común. Cambiar de colegio a universidad, o mudarse de zona para estudiar, puede provocar una pérdida de vínculos afectivos y una sensación de aislamiento que afecta la autoestima y la motivación.

Por lo anterior, sugiero varias estrategias para cuidar la salud mental ya que el bienestar emocional no es un lujo, es una necesidad:

  • Organizar tiempos de estudio, descanso, trabajo y ocio permite reducir la sensación de descontrol. Una agenda flexible pero clara ayuda a establecer prioridades y evita el colapso.
  • La atención plena y los ejercicios de respiración han demostrado ser altamente efectivos para reducir la ansiedad y mejorar la concentración. Basta con dedicar 10 minutos diarios para obtener beneficios tangibles.
  • Caminar, bailar, practicar deporte o hacer ejercicio en casa libera endorfinas, mejora el estado de ánimo y ayuda a regular el sueño. No es necesario ser atleta, basta con moverse con intención.
  • Una alimentación balanceada no solo impacta la salud física, también influye en la claridad mental, la energía y el estado emocional. Evitar el exceso de cafeína, azúcar o comidas rápidas es un paso importante.

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En lo individual, no debemos pasar por inadvertido situaciones por las que cada quien está pasando; por lo tanto, hay que buscar ayuda sin miedo.

Hablar con un profesional no es señal de debilidad, es un acto de responsabilidad y cuidado personal.

Finalmente, estudiar, trabajar y vivir no debería ser una batalla constante. Si en algún momento sentís que “no podés más”, recordá que no estás solo. Tu bienestar emocional es tan importante como tu promedio académico. Aprender a cuidarte también es una forma de éxito.

MBA Luis Faustino Rojas Rivas

Director Escuela de Administración de Empresas

lrojas@ulicori.ac.cr